El mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1 Juan 2:17) Adán y Eva tenían todo lo que necesitaban en el jardín del Edén. Tenían comunión con Dios e intimidad entre ellos. A pesar de esto, cuando a Eva la engañó la… Seguir leyendo